martes, 7 de octubre de 2014

Suplantación y desacralización de los ornamentos litúrgicos.


                                             Suplantación y desacralización
 de los ornamentos litúrgicos.

Cuando obra la permisividad y quienes tienen la autoridad para corregir no lo hacen, se abre la puerta para que los abusos vayan in crescendo y finalmente la corriente termine por desbordar las aguas.
Hemos visto en los post anteriores como  hay un proceso de banalización de la liturgia en nuestra Iglesia chilena, cuyos primeros signos, casi imperceptibles, son la deformación de las vestiduras sagradas: desaparecen de los ornamentos los símbolos sagrados siendo sustituidos por un caos de colores y figuras geométricas sin ninguna significación, se omiten algunos ornamentos, como la casulla o la dalmática, sin justificación real, o se superponen sobre los ornamentos lícitos vestiduras profanas como mantas o sombreros, ahora esta comenzando una segunda etapa, más atrevida que la anterior y que es suplantar los ornamentos litúrgicos por vestiduras o accesorios que no tienen ninguna relación con la liturgia católica.





Te Deum en Isla de Pascua

En el Te Deum de Fiestas Patrias el señor cura párroco Bernardo Astudillo Basulto, luce este emplumado tocado durante la celebración. Si fuera sacerdote de los ritos ancestrales de Isla de Pascua, nada tendríamos que objetar si vistiera de esta forma y lo hiciera en los lugares rituales en torno a los moais, muy probablemente sería muy fotografiado por los turistas y quizás hasta aparecería en la portada de una revista, pero es un sacerdote católico que está celebrando un rito sagrado católico en un templo  católico, y lo menos que podemos pedirle es que vista como corresponde a un sacerdote católico.



Permisividad

Lo más grave de esto, es que la nota del Te Deum y las fotos se publican en la página web del Comité de la Conferencia Episcopal Chilena, sin alusión alguna al abuso que significa el lucir durante una celebración litúrgica una ornamentación impropia de la Liturgia católica.

El mensaje tácito con esa actitud permisiva que se está enviando al clero nacional, es que es legítimo suplantar o añadir a las vestiduras litúrgicas lo que venga en gana. ¿No hay ningún Obispo con celo por las cosas sagradas, que proteste?

Sin embargo, cuantas contrariedades tiene que afrontar un sacerdote que desee vestir su traje eclesiástico, aún cuando obre conforme a derecho.






¿Nuevo modelo de Dalmática?

Si ya cree haberlo visto todo, contemple esta imagen de un Diácono en Quilicura. No sabemos si es diácono permanente o transitorio, pero sí estamos seguros que esta no es una dalmática.
Lo que dice la Iglesia: .." La vestidura propia del diácono es la dalmática, puesta sobre el alba y la estola. Para conservar la insigne tradición de la Iglesia, es recomendable no usar la facultad de omitir la dalmática." (Redemptionis Sacramentum Nº 215)

¿Qué dice el Magisterio ordinario de la Iglesia?


"El Misterio de la Eucaristía es demasiado grande «para que alguien pueda permitirse tratarlo a su arbitrio personal, lo que no respetaría ni su carácter sagrado ni su dimensión universal». Quien actúa contra esto, cediendo a sus propias inspiraciones, aunque sea sacerdote, atenta contra la unidad substancial del Rito romano, que se debe cuidar con decisión." (Redemptionis Sacramentum Nº11)

Ciertamente estaría muy equivocado quien pensase que las vestiduras sagradas no son parte del Rito Romano. El que no es capaz de ser fiel en lo poco, (revestirse adecuadamente),  dificilmente lo será en lo mucho.


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