viernes, 17 de octubre de 2014

El baile de cueca en la Liturgia es un abuso litúrgico.

  

El baile de cueca en la Liturgia es un abuso litúrgico.

En la liturgia católica no existen las "danzas litúrgicas" y la cueca claramente ni siquiera es una danza litúrgica, por tanto su introducción en la liturgia; Te Deum, Misas de Acción de Gracias, etc. es claramente un abuso manifiesto y hay que decirlo con toda claridad.

Esta afirmación no va en detrimento alguno del valor de la cueca como baile nacional, ni de su belleza plástica y coreográfica, sino de lo impropio del momento y lugar donde se baila. Ni la cueca  fue creada para ser bailada en los templos, ni la liturgia un tablado para lucirla.
Nos asombra la permisividad con que los señores obispos permiten esta irregularidad en prácticamente todas sus parroquias y capillas, como dice el refrán popular, quien calla, otorga. Solo conocemos de un señor Obispo que a través de una carta pastoral ha tenido  la valentía de decir las cosas por su nombre y  ponerlas  en su lugar.



De Carta Pastoral de Mons.Felipe Bacarreza, Obispo de Los Angeles:


..."El baile queda completamente excluido dentro de los templos. Los «pies de cueca» y otros bailes deben hacerse fuera del templo, una vez concluida la acción litúrgica. El templo es un espacio consagrado, dedicado a Dios y a sus sagrados misterios. El lugar propio del baile, en cambio, son las ramadas o salas de baile o teatros. Debemos evitar que el secularismo, que ya ha invadido todas las expresiones de la vida humana privada y social, tome posesión también de los templos. Según las normas de la Iglesia no se permite dar en los templos conciertos de música clásica, a menos que sean de música sagrada y la entrada sea libre. ...Insistir en transformar el templo en sala de baile sería lo mismo que querer beber chicha en un cáliz consagrado. Ambos –el templo y el cáliz– deben reservarse exclusivamente a los sagrados misterios."

Hay una errado concepto de inculturación que lleva a algunos como el párroco de Isla de Pascua a colocarse un emplumado tocado durante la Misa. La Sagrada Liturgia no es el momento de lucir regalos sino de revestirse de los ornamentos sagrados que la Iglesia Católica determina para un sacerdote católico en una celebración litúrgica que es católica. De la misma forma es improcedente que sobre las vestiduras litúrgicas un sacerdote ponga vestiduras profanas, (mantas y sombreros) y más encima baile cueca con ellos en el mismo templo. Estas actitudes SON ABUSOS, que desacralizan y banalizan la celebración litúrgica. Si estos hechos se dejan pasar o se les ponen paños tibios, no nos extrañemos  que los fieles  vaya mostrando cada vez menos respeto por el templo y terminen comportándose como si estuvieran en un Mall.



Párroco de Isla de Pascua











Sacerdote bailando con sus ornamentos litúrgicos en Antofagasta.
































Si una forma de baile se permite, ¿qué razones se podrían argumentar para no permitir otros? No sería nada de extraño que en un tiempo más tengan su lugar en el templo las cuecas bravas, pues son tan expresiones folcklóricas como las otras, y si el sólo echo de ser folcklore legitima a unas, bien podrán exigir el mismo derecho para las otras. 





Si alguien piensa que es una exageración aquí tienen un ejemplo de pareja bailando guaracha en un templo de Concon y a  otro grupo,sau sau en una Liturgia en  Quilicura

Parroquia de Concon

En Quilicura

Lo que nos dice el Magisterio de la Iglesia

"La reforma litúrgica, en efecto, no apunta en modo alguno a la llamada desacralización ni quiere servir a nadie de argumento para lo que denominan algunos secularización del mundo. Ha de conservarse, por tanto, la dignidad de los ritos, su gravedad y su carácter sagrado. (Liturgicae Instaurationis nº1)


"Téngase presente, además, que las adaptaciones de los sagrados ritos, llevadas a cabo por la iniciativa privada de un sacerdote, ofenden la dignidad de los fieles y abren las puertas al individualismo y al personalismo en unas celebraciones sagradas que son acciones de toda la Iglesia." (Liturgicae Instaurationis, 1970)


Es evidente que se lesiona el carácter sagrado de la Liturgia y el Templo, cuando se introducen abusivamente bailes, por muy folkloricos que sean,  pero que no  tienen relación alguna con la liturgia, sino con celebraciones netamente profanas. Estos  bailes pueden y deben realizarse fuera del templo.

MI CASA SERA LLAMADA CASA DE ORACION (Isaías 56:7 ; Mt. 21:13)

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