Sobre las declaraciones del P.Achondo a la revista The Clinic el 15 Enero del 2015.
Es frecuente observar en nuestros barrios la aparición de
algún nuevo templo evangélico
pentecostal, que surge de la
inspiración de un nuevo pastor, que
apacienta e instruye a sus ovejas según su particular comprensión de las
Escrituras. No ocurre así entre nosotros,
el sacerdote católico recibe el sacerdocio por la imposición de las manos de un legítimo sucesor de los
apóstoles (Obispo) el que previamente ha consultado también el parecer a la comunidad eclesial. El
sacerdote católico no es ordenado para
sí, sino para el servicio del pueblo de Dios
y su misión es enseñar la
Verdad conforme al Magisterio de la
Iglesia, de esa misma Iglesia de la cual Cristo, Sumo y Eterno Sacerdote, se ha
servido para hacerlo participar de SU sacerdocio y a la cual prometió respetar
y obedecer. Los laicos católicos esperamos, en consecuencia, que nuestros sacerdotes nos transmitan la fe
conforme al Magisterio de la Iglesia y no al modo de opiniones personales, ni de especulaciones
teológicas o sociológicas más o menos en boga, sino la fe
única y perenne de la Iglesia.
Por eso nos causa perplejidad leer que un religioso de los Sagrados
Corazones, como es el P. Pedro Pablo Achondo,
en forma pública, a través de una revista (The Clinic) emita
opiniones contradictorias con el
Magisterio de la Iglesia y no tenemos conocimiento que su Superior religioso
ni Obispo alguno, hayan salido al paso de refutar sus declaraciones en miras del bien superior de proteger al pueblo
fiel, del error en la transmisión de la Fe.
EL DOGMA Y LOS
MANDAMIENTOS, SEGÚN EL P. ACHONDO.
PERIODISTA: “ Pero
cuando (la Iglesia) habla del sexo cae
en lo dogmático.
P. ACHONDO: “Esto no debiera ser así. Al final el
dogma es la conciencia personal. El dogma es al final cómo te podís entender
con el Señor, con Dios, en tu vida con los demás, en tus relaciones. No pasa por cumplir los mandamientos. Eso es
una cosa muy antigua, añeja, aparte de inmadura. Cuando cambiemos esos
discursos, la cosa mejorará.”
Es sorprendente que un presbítero católico afirme que
los mandamientos no requieran ser cumplidos y que al final de cuentas el único
“dogma” sería la “conciencia personal”, es decir, es el hombre quien decide lo
que es bueno y como se “entiende
con el Señor”. En este contexto el papel
de Dios pareciera ser el de un actor pasivo sin mas función que contemplar (y
acatar) la voluntad del nuevo dominus que no reconoce mas norma que la surgida
de su propio parecer y voluntad.
LO QUE DICEN LAS SAGRADAS ESCRITURAS:
“Entonces vino uno y le dijo:
Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna?
El le
dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno:
Dios. Más si quieres entrar en la vida,
guarda los mandamientos.” (Mt. 19, 16-17)
“No
penséis que he venido para abrogar la ley
o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. Porque de cierto
os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una
tilde pasará de la ley,
hasta que todo se haya cumplido.
De manera
que cualquiera que quebrante uno de
estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe
a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos” (Mt
5,17-19)
Se
podrían citar muchos textos mas de las Sagradas Escrituras pero estos
versículos son suficientes para tener meridianamente claro que el P. Achondo está enmendándole la plana al mismo Jesucristo: “Cuando cambiemos esos discursos las cosas mejorarán” dice el P. Achondo
LO QUE DICE EL CATECISMO DE LA IGLESIA:
2064. “ Fiel a la Escritura y siguiendo el ejemplo de
Jesús, la Tradición de la Iglesia ha reconocido en el Decálogo una importancia y una significación
primordiales.”
2072 “Los diez mandamientos, por expresar los deberes
fundamentales del hombre hacia Dios y hacia su prójimo, revelan en su contenido
primordial obligaciones graves.
Son básicamente inmutables y su
obligación vale siempre y en todas partes. Nadie podría dispensar de ellos...”
Tanto las Sagradas Escrituras como el Magisterio de la Iglesia son clarísimos, ¿cómo es posible que un sacerdote católico postule ideas tan contrarias a la enseñanza de la Iglesia? Estamos ante un magisterio alternativo y paralelo
del P. Achondo, en el cual difícilmente se podría encontrar algún vestigio de teología católica, y
podríamos decir, ni siquiera cristiana.
LO QUE OPINA EL P. ACHONDO SOBRE EL MATRIMONIO
HOMOSEXUAL Y LA HOMOSEXUALDAD:
PERIODISTA: “El rector de la PUC, Ignacio Sánchez, armó el
tremendo escándalo cuando el Acuerdo de Unión Civil tenía las mismas siglas que
su universidad. Y logró que le cambiaran el nombre.”
P.
ACHONDO: “Todo
eso me parece ridículo. También me
parece ridículo que no se llame de
frentón matrimonio. Por qué buscar un nombre distinto. No entiendo el
negamiento. Si una pareja se ama y quiere vivir toda la vida, el estado tiene
el deber de protegerlos, ampararlos y cuidarlos. Y eso se llama matrimonio
civil. Si la iglesia católica, tiene
problemas con la palabra, cambiémoslo nosotros.”
Sorprende la banalidad de su
juicio; el problema para la Iglesia- según el- no es una cuestión doctrinal, sólo es una cuestión de semántica, por
tanto se cambia el nombre y ya. Sorprende también su eclesiología: habla de la
Iglesia en tercera persona: “Si la Iglesia
católica tiene problemas…” , como si el -sacerdote católico- se tratase de
un espectador que mira desde la vereda de enfrente, pero luego da un vuelco y concluye que la solución está en “
nosotros”, y este nosotros... ¿quien es son?
LO QUE DICE EL CATECISMO DE LA IGLESIA SOBRE LA
HOMOSEXUALIDAD.
2357. “Apoyándose en la Sagrada Escritura que los presenta como
depravaciones graves (cf Gn 19, 1-29; Rm 1, 24-27; 1
Co 6, 10; 1
Tm 1, 10), la Tradición ha declarado siempre que “los
actos homosexuales son intrínsecamente desordenados” (Congregación para la
Doctrina de la Fe, Decl. Persona humana, 8). Son contrarios a
la ley natural. Cierran el acto sexual al don de la vida. No proceden de una
verdadera complementariedad afectiva y sexual. No pueden recibir aprobación en ningún caso.”
2358 “Esta inclinación, objetivamente desordenada, constituye para la mayoría de ellos una
auténtica prueba. Deben ser acogidos con
respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo
de discriminación injusta.”
El Magisterio de la Iglesia ratifica la Tradición, basada en
las Escrituras que los actos
homosexuales no pueden recibir
aprobación en ningún caso, sin perjuicio de esto, enseña que deben ser recibidos con respeto
y no ser injustamente discriminados. Para el P. Achondo en cambio los actos homosexuales podrían constituir tanta legitimidad como el matrimonio.
PERIODISTA:
Estás de acuerdo,
entonces, con que los gays se casen.
P. ACHONDO: “Sí, no tengo ni un problema.”
P. ACHONDO: “Sí, no tengo ni un problema.”
LO
QUE DICE EL CATECISMO Y LAS ESCRITURAS SOBRE EL MATRIMONIO CRISTIANO.
15601. "La alianza
matrimonial, por la que el varón y la mujer constituyen entre sí un
consorcio de toda la vida, ordenado por su misma índole natural al bien de los
cónyuges y a la generación y educación de la prole, fue elevada por
Cristo Nuestro Señor a la dignidad de sacramento entre bautizados" . ( CIC can. 1055, §1)
1064. “Habiéndolos creado Dios hombre y mujer, el amor mutuo entre
ellos se convierte en imagen del amor absoluto e indefectible con que Dios ama al hombre… y este amor que Dios bendice es destinado a ser fecundo. “
La Iglesia enseña pues esta
verdad; que según la voluntad de Dios y
como lo señalan las Escrituras, la alianza matrimonial se da en una pareja
formada por un hombre y una mujer, no hay referencia alguna en las
Sagradas Escrituras al matrimonio como una alianza entre personas del
mismo sexo. Solo el matrimonio formado por la pareja hombre-mujer por su naturaleza está
destinada a ser fecunda.
El P. Achondo, por cierto, no existiría sino fuera por esta realidad fecunda. Una unión homosexual ,
en cambio, es de por sí infecunda,
infértil, ningún cambio semántico puede operar contra esa realidad.
PERIODISTA: ¿Existe el diablo?
P.ACHONDO:…”Qué onda la pregunta, ja, ja, ja. A ver, como entidad corpórea, como personaje, no creo que exista. Ahora, el mal existe. Pero arriba no hay una fuerza donde pelean el bien y el mal. Pero no hay un personaje que nos pegue el pecado, nos incite a la perversión, no, cada uno es dueño de sus actos y sabe lo que hace.”
EL DEMONIO O DIABLO SEGÚN EL P. ACHONDO
Papa Francisco y Papa emérito Benedicto asisten a la bendición de la estatua en honor a San Miguel en el Vaticano |
San Miguel victorioso sobre el demonio. |
PERIODISTA: ¿Existe el diablo?
P.ACHONDO:…”Qué onda la pregunta, ja, ja, ja. A ver, como entidad corpórea, como personaje, no creo que exista. Ahora, el mal existe. Pero arriba no hay una fuerza donde pelean el bien y el mal. Pero no hay un personaje que nos pegue el pecado, nos incite a la perversión, no, cada uno es dueño de sus actos y sabe lo que hace.”
LO QUE DICE LA IGLESIA EN EL CATECISMO:
“ Tras la elección desobediente de nuestros
primeros padres se halla una voz seductora, opuesta a Dios (cf. Gn 3,1-5) que,
por envidia, los hace caer en la muerte (cf. Sb 2,24). La Escritura y la
Tradición de la Iglesia ven en este ser
un ángel caído, llamado Satán o diablo” (cf. Jn 8,44; Ap 12,9)
395 Sin embargo, el poder de Satán no es
infinito. No es más que una criatura,
poderosa por el hecho de ser espíritu puro, pero siempre criatura: no puede
impedir la edificación del Reino de Dios.
851 En esta petición (del Padre nuestro) el mal
no es una abstracción, sino que designa una persona, Satanás, el Maligno,
el ángel que se opone a Dios. El “diablo” (diá-bolos) es
aquél que “se atraviesa” en el designio de Dios y su obra de salvación cumplida
en Cristo.
El Catecismo de la Iglesia
Católica, basado en las Sagradas Escrituras, nos enseña claramente que el
demonio NO ES una abstracción, sino una persona, una criatura.
CONCLUSION
La doctrina que profesa el padre Pedro Pablo Achondo en los puntos que señalamos, extraídos de su entrevista a The Clinic, claramente no es doctrina católica. Como sacerdote católico su deber es enseñar conforme al Magisterio de la Iglesia y no debiera ser instrumento para difundir sus extravíos, errores, confusiones y gustos personales. El sacerdocio no le fue otorgado para ser instrumento de sus ideologías sino para transmitir con fidelidad la fe recibida y custodiada por la Iglesia asistida por el Espíritu Santo.
La doctrina que profesa el padre Pedro Pablo Achondo en los puntos que señalamos, extraídos de su entrevista a The Clinic, claramente no es doctrina católica. Como sacerdote católico su deber es enseñar conforme al Magisterio de la Iglesia y no debiera ser instrumento para difundir sus extravíos, errores, confusiones y gustos personales. El sacerdocio no le fue otorgado para ser instrumento de sus ideologías sino para transmitir con fidelidad la fe recibida y custodiada por la Iglesia asistida por el Espíritu Santo.